De todos los conceptos creados desde la positividad de la economía neoliberal, el concepto de crecimiento económico como base del desarrollo social es, de hecho, uno de los que más connotaciones simbólicas y políticas posee. Es un concepto hecho a la medida de las ilusiones y utopías del neoliberalismo y del capitalismo tardío. Con la misma fuerza que el creyente cree en la epifanía de la voluntad divina, el economista neoliberal, cree en las atribuciones y virtudes mágicas que tiene el crecimiento económico. Es una especie de demonomancia en la que la sola enunciación del crecimiento económico se convertiría en taumaturgo de la realidad.
Esta noción del crecimiento económico recupera las necesidades políticas del neoliberalismo, y, para legitimarse, apela al concepto decimonono e iluminista del “progreso”. En efecto, desde esta perspectiva el crecimiento económico sería otro símbolo de progreso y éste, por definición, no admite discusiones. De esta manera, el neoliberalismo pretende tejer una solución de continuidad histórica con el iluminismo y con las promesas emancipadoras de la modernidad. En la simbólica moderna, toda persona, o todo pueblo, al menos teóricamente, quiere progresar, quiere “salir adelante”; quiere “superarse”. Para el neoliberalismo, poner trabas al progreso es ser retardatoria. Poner trabas al crecimiento es una aberración de los pueblos “atrasados” que, de forma imperativa, deben modernizarse. Oponerse al desarrollo, por tanto, es anti histórico. Estar en contra del crecimiento económico es síntoma y signo de oposición al cambio.
El sumak kawsay viene a ser una noción crítica del desarrollo convencional entendida como crecimiento económico. El sumak Kawsay no solo es una propuesta cultural andina, sino también una estrategia social y política. Se puede ubicar al Sumak Kawsay como una propuesta teórica y política enmarcada en el post-desarrollo. El sumak Kawsay no solo es una crítica sino una propuesta de desarrollo de gran calado, de mucha complejidad y que no se agota en una visión de corto plazo El debate actual de las ciencias sociales se relaciona fundamentalmente con el encuentro de opciones que vayan más allá del desarrollo, con la necesidad de salir de la ideología del progreso (Escobar, 2005), con la necesidad de buscar alternativas multidimensionales del bienestar Un reconocido autor español afirma que: el progreso económico medido como incremento de PIB nos lleva a un mal vivir